"¡Haz todo lo que puedas para despertarte en esta vida!"
Sélim Aïssel
La Psicoantropología, un humanismo espiritual
En todas las tradiciones y épocas han existido sabios y maestros que son el testimonio vivo de la posibilidad de vivir a partir de una dimensión superior del ser, acercándose a todo con compasión y entendimiento, serenidad y libertad interior, desde un “estado de conocimiento”. Conocimiento de ellos mismos tal como Sócrates lo describió, conocimiento del mundo y de su razón de ser y conocimiento de los mundos y la inmensidad de la vida.
Y también existen desconocidos y desconocidas que a través de un trabajo paciente y auténtico llegan a despertar su naturaleza espiritual y a vivir también desde esta dimensión superior del ser, más allá de los límites del ego y de su personalidad.
Actualmente, frente a los cambios rápidos que vivimos colectivamente - crisis social y ecológica, inteligencia artificial, individualismo y materialismo, etc. - muchas personas valoran cada vez más la importancia de fortalecerse interiormente elevando su nivel de conciencia y de humanidad para sí mismo y para los demás.
Para llegar a esta verdadera transformación interior positiva, son pocos los que acceden a los necesarios conocimientos, herramientas, estructuras y oportunidades de trabajo con otras personas compartiendo similares aspiraciones... e incluso entre los que acceden a éstos, pocos practican y evolucionan realmente.
La Asociación de Psicoantropología fue creada con el objetivo de crear condiciones favorables para mujeres y hombres que buscan darse los medios de esta transformación interior. Se basa en la Psicoantropología, un humanismo espiritual transmitido por Sélim Aïssel.
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Me di cuenta de que no hay muchas personas felices y que solo aquellos que han practicado un camino espiritual desarrollando las cualidades del Espíritu se vuelven más felices. Se acercan a la vida con más amor, compasión, entusiasmo y calma y tienen una visión más clara de sí mismos, de los demás y de las situaciones. Desde que hice esta observación, he considerado que enseñar un camino espiritual es igual que enseñar cómo ser feliz. El problema es que el ser humano tiene una idea de la felicidad y es esta idea la que está tratando de realizar. La mayoría de los seres humanos imaginan que encontrarán la felicidad en el placer de los sentidos, la comodidad, la seguridad. Todo esto puede traer felicidad temporal, sin embargo, no disuelve la tristeza y la depresión, la angustia y el miedo, la ira y el odio. Hacer que la felicidad dependa de situaciones externas es siempre ilusorio y está condenado al fracaso.
Sélim Aïssel